Los rectores de los
destinos del FC Barcelona empiezan a tener muy claro que el próximo
verano tendrán que volver a retocar al alza el contrato de Leo Messi,
el gran crack mediático del equipo de Pep Guardiola, para adaptarlo a
su condición de mejor jugador del mundo, título que ostenta de forma
oficiosa tras quedar segundo en la votación del FIFA World Player por
detrás de Cristiano Ronaldo pero que le pertenece ya por méritos
propios y por su inmensa calidad futbolística.
A Messi ya
se le mejoró la ficha a finales de la pasada temporada con la intención
de adecuar sus emolumentos a su nueva condición de gran estrella del
equipo, una vez Ronaldinho, Deco y Eto'o fueron incluídos en la lista
de transferibles y dado que Henry cobraba más que el argentino. Desde
entonces, Leo gana un fijo de ocho millones de euros más un variable
que puede llegar hasta los 4,5 en función de los títulos ganados, la
clasificación o no para la Champions y los partidos disputados. En
resumen, un sueldo sólo al alcance de los más grandes y garantizado
hasta 2014, año del final del contrato.
Tras esa mejora de
ficha, avanzada en excusiva por MD en mayo de 2008, la cláusula de
rescisión del contrato de Leo Messi quedó fijada en 150 millones,
cantidad prohibitiva para casi todos, incluído Abramovich.
El
FC Barcelona quiere dar este paso no tanto por miedo a que llegue algún
jeque de esos que empiezan a mandar en la Premier sino porque quiere
que Messi se encuentre en las mejores condiciones posibles para
desarrollar todo su fútbol sin ningún tipo de preocupación
extradeportiva. En una palabra, el Barça quiere que Leo no pierda ni un
segundo en valorar una hipotética oferta multimillonaria o incluso
galática porque lo que gane en su club le tenga ya de por sí más que
contento.
De hecho, tanto Joan Laporta como Txiki
Begiristain están muy tranquilos con la actitud de Messi y la de su
entorno. El presidente azulgrana ve a Leo comprometidísimo con el
proyecto de club y la gran motivación para mejorarle la ficha es que el
jugador vea que la directiva reconoce su espectacular progresión
deportiva.
En cualquier caso, el club azulgrana también
aprovecharía la coyuntura para elevar la cláusula de rescisión hasta
llevarla a una cifra cercana a los 200 millones de euros. De esta
forma, y teniendo en cuenta que para que hubiese una fuga Leo debería
abonar esa millonada más el IVA y los correspondientes impuestos, se
desactivaría totalmente una oferta galáctica. Se avecinan elecciones en
el Madrid y el caso Figo no lo olvida nadie. Además, en Inglaterra, el
Manchester City está dispuesto a pagar más de 100 millones por Kaka,
pero 200 ya son palabras mayores. Como dijo aquel, quien evita la
ocasión evita el peligro, y con Messi mejor no correrlo.