El día después de ser coronado ganador del Balón de Oro y mejor
futbolista del planeta por la revista France Football con la mayor
diferencia de la historia, Leo Messi empezó de suplente en un banquillo
de lujo junto con Andrés Iniesta y Zlatan Ibrahimovic. Los tres
hicieron acto de presencia tras el descanso cuando el Barça ya mandaba
después del testarazo de Thierry Henry. El trío de suplentes finalizó
el partido arriba y fue entonces cuando se vieron las mejores gotas de
calidad. Las combinaciones entre Ibra, Messi e Iniesta dieron pie a un
aluvión de ocasiones con la guinda final del 0-2 que sentenció la
victoria azulgrana en Jerez.
Por mucho que un comentarista del canal TV4 de Suecia intoxicara
durante la transmisión del clásico contra el Barça que Zlatan y Leo no
se hablan fuera del terreno de juego y no tienen relación alguna, lo
absolutamente cierto es que entre ellos sí hay 'feeling' y del bueno.
Lo han demostrado a lo largo de la temporada tanto en los partidos como
bromeando en los entrenamientos y volvieron a hacerlo en la acción del
segundo tanto. El argentino, consciente de que el Balón de Oro sólo se
gana con el apoyo de los compañeros, sirvió una majestuosa asistencia
al hueco que Ibra se encargó de traducir en gol con una preciosa
vaselina que superó la salida del guardameta Renan. Menudo puntapié al
mal rollo. ¿Qué debieron decir ayer en Suecia? ¿Acusaron otra vez a Leo
de egoísta y de no pasarle el balón al '9' azulgrana?
Si hubiera enemistad, seguramente Messi hubiera probado suerte con
una internada en solitario, que facultades tiene para ello. Y eso que
el '10' venía de rematar al poste de Renan y ver cómo el gol se le
negaba otra vez tras el paradón de Casillas en el tramo final del
clásico. Pero no fue el caso, como tampoco en Santander y Málaga, donde
sendos envíos de Leo a Ibra acabaron en el primer gol barcelonista. Con
la de ayer, ya son tres las asistencias del rosarino al sueco, que
alcanzó la decena de 'dianas' en lo que va de temporada y ya está a uno
de los 11 que suman Messi y Pedrito. Guardiola apostó por las
rotaciones pero cuando coincidieron cuatro (Leo, Xavi, Iniesta e Ibra)
de los siete primeros del Balón de Oro, se vio por fin en ataque al
Barça de verdad. Y en ese equipazo no hay ni habrá malos rollos