Messi suele marcarle a todos
los rivales a los que se enfrenta. Es lo que tiene ser el mejor jugador
del mundo y un consumado goleador que lucha por el 'Pichichi' y la 'Bota
de Oro'.
Sin embargo, el crack argentino tiene una bestia negra con nombre y
apellidos: Jose Mourinho. El entrenador portugués puede presumir –que no
lo hace públicamente, todo sea dicho– de haberle frenado siempre que
Leo se ha enfrentado a un equipo suyo.
Y es que hasta ahora Messi ha jugado seis veces contra Mourinho –tres
veces cuando éste se sentaba en el banquillo del Chelsea y otras tres
veces en la actual Champions, en los dos duelos entre Barça e Inter
correspondientes a la fase de grupos y en las semifinales ida de Milán–
sin lograr un gol.
Messi le tiene ganas al técnico luso, que hace años le tildó de
teatrero después de que el entonces '19' azulgrana provocara la
expulsión del entonces lateral zurdo 'blue' Del Horno en Stamford. Y
también le tiene ganas al Inter, cuyos jugadores le frenaron con juego
subterráneo hace una semana, amparados por un arbitraje casero y
permisivo del colegiado luso Olegário Benquerença.
En Madrid y ante el Arsenal
Ahora Leo suma tres partidos de Liga y el citado encuentro del
Giuseppe Meazza sin ver puerta, pero sigue siendo el máximo goleador del
Barça en el torneo de la regularidad y en Europa, y además se mantiene
líder de la 'Bota de Oro'.
La ventaja sustancial adquirida en los dos frentes competitivos
azulgrana le han permitido continuar en la cima realizadora. Además,
todo apunta a que hoy romperá su 'mini-sequía', porque Messi ha estado
ahí en los otros dos grandes encuentros del año: marcó en el clásico del
Bernabéu y marcó, por cuádruple partida, en el Barça-Arsenal de los
cuartos.
El '10' quiere dejar su sello
En este sentido, por estadística esta noche a Messi le toca dejar su
sello en el marcador y contribuir con un gol omás a la anhelada
remontada frente al Inter de Mourinho y de Eto'o, Motta y Quaresma. Lo
dicho, Leo no suele fallar.