El duelo cumbre del Barça-Madrid también es el que más incógnitas genera. Messi y Cristiano Ronaldo llegan al Clásico
sin estar en sus mejores condiciones, pero nadie duda de que su sola
presencia puede ser determinante para escribir la historia del partido
del año.
Leo Messi llega al Camp Nou después de perderse el enfrentamiento crucial de Champions ante el Inter de Milán
del pasado martes, en el que el equipo respondió a su ausencia con una
exhibición de recursos. Sigue al margen del grupo aunque se trabaja a
contrarreloj para que llegue al duelo.
Cristiano Ronaldo, por su parte, dejó atrás sus
problemas en el tobillo y, dos meses después, el Bernabéu vio a su
galáctico número uno jugando unos minutos frente al Zúrich. Dos meses de inactividad seguro que le pesarán, pero en Madrid esperan alcanzar su mejor nivel con el portugués en el equipo.
Messi, el nuevo rey
El fútbol mundial siempre busca referentes e iconos que ocupen el
siempre difícil de alcanzar Olimpo del balompié. Quien tiene el placer
de estar instalado en el puesto de más privilegio entre los elegidos es
ahora el argentino del Barça Leo Messi.
La temporada del triplete pesa mucho y la 'pulga' ya está haciendo
hueco en su casa para ampliar su colección de reconocimientos
individuales. Balón de Oro y FIFA World Player completarán a buen seguro una ristra espectacular de premios que reconocerán sus enormes condiciones.
Messi es un especialista consumado en los clásicos,
aparece en los momentos decisivos como estrella que es. En su historia
ante el Madrid sobresale el 'hat trick' estratosférico con el que
rescató a su equipo en el duelo del 2007. También, aunque en Chamartín,
se lució en el histórico 2-6 con dos goles.
Pese a llegar justo debería ser el factor desequilibrante para
derrocar a los blancos con sus proverbiales eslalons partiendo desde la
banda imponiendo su verticalidad y capacidad de desborde, también
actuando como falso '9' o incluso como revulsivo si no puede ser de la
partida.
Messi es el mejor y lo quiere demostrar ante los
muchos focos que este domingo iluminarán el coliseo azulgrana. Enfrente
estará el más firme opositor a su reinado: Cristiano Ronaldo. Messi no le teme y espera repetir la jugada de la final de Roma.