El 11 de octubre de 2008, el Monumental de Buenos Aires se rindió a Leo
Messi. A los cinco minutos, ‘La Pulga’ lograba el 1-0 frente a Uruguay
y encarrilaba el triunfo (2-1) para una ‘albiceleste’ todavía entrenada
por Alfio Basile. Leo lucía el dorsal 18 y le pudo dedicar su diana a
su padre, Jorge.
Mañana, 14 de octubre de 2009, Messi quiere
ser igual de decisivo en el mítico estadio Centenario de Montevideo y
certificar la clasificación para Sudáfrica 2010. No le resultará fácil
pues Argentina tiene sobre su espalda el estigma de no haber triunfado
nunca en Uruguay en Eliminatorias. De la mano de Messi, el equipo de
Diego Maradona buscará una victoria que, además, silencie las críticas.
A los argentinos y uruguayos no sólo los divide el enorme Río
de la Plata, sino también una rivalidad futbolística que ya se
convirtió en tradición. El 20 de julio de 1902 se produjo el primer
duelo entre ambas selecciones y terminó con una victoria por 6 a 0 a
favor de Argentina. En el historial de Eliminatorias, el equipo de
Messi ejerce una leve superioridad sobre la selección charrúa (17
triunfos albicelestes, 16 uruguayos, 7 empates) e incluso tiene la
máxima goleada de la historia (7 a 2 en Buenos Aires, el 1 de octubre
de 1916) y el recuerdo de haber convertido el primer gol olímpico del
que haya registro (Cesáreo Onzani, en octubre de 1924).
Pero
las estadísticas generales no pueden contra un ‘karma’ que cala hondo
en sus huesos: la falta de triunfos en Montevideo, tanto en Copa
América como en Eliminatorias. En total, disputaron 10 partidos en
Uruguay, con 7 victorias locales y tres empates. Argentina, cuando
cruza el Río de la Plata, sufre. Messi tendrá el privilegio de ser uno
de los protagonistas de un choque añejo y marcado a fuego en la
historia de las selecciones del fútbol mundial.