Messi forzará la recuperación de su
maltrecho tobillo en busca de lograr estar disponible para Pep
Guardiola y aspirar a debutar en un evento de las dimensiones del
Mundial de Clubs.
La motivación del crack azulgrana es total
tras perderse la cita en 2006 por culpa de una desafortunada lesión que
se produjo un mes antes en el quinto metatarsiano del pie izquierdo y
que le mantuvo fuera de los terrenos de juego durante unos tres meses.
Su
baja y la de Samuel Eto’o, que se rompió el menisco a principios de
temporada en la visita europea del Barça a Bremen, mermaron el ataque
del equipo dirigido por Frank Rijkaard que no encontró los recambios
necesarios para sobreponerse a las ausencias de dos jugadores con un
gran peso en el juego y vestuario azulgranas.
El caso de Messi
fue aún más dramático ya que el actual Balón de Oro también se había
perdido ese mismo año la memorable final de Champions League ante el
Arsenal de Henry en París; una ausencia que consternó notablemente los
ánimos del argentino que había buscado forzar su recuperación con la
esperanza de no perderse una cita única.
Tras coronarse como el
mejor jugador del mundo de 2009 con la consecución del Balón de Oro,
Messi quiere justificar con creces el motivo de su designación y
participar en una cita que se antoja histórica para los intereses
blaugranas.