Barcelona no defraudó y sigue adelante en la Liga de Campeones, el
torneo donde busca el bicampeonato, que de lograrse tendría la yapa de
ser en el Santiago Bernabeu, la casa del eterno rival. Hoy superó por
4-0 al Stuttgart, como local, y sentenció la serie de octavos con un
categórico 5-1 en el global.
Lionel Messi volvió a ser la estrella de la jornada. Abrió el partido a
los 13 luego de una diagonal que derivó con un zurdazo al ángulo y, a
los 22, le dio una exquisito pase a Touré para que éste posibilitara el
gol de Pedro que empezó a liquidar la eliminatoria.
Tras esas conquistas, el juego perdió intensidad, pero se mantuvo el
monólogo del Barcelona ante un equipo que no estaba a la altura. Restaba
saber si los de Guardiola aumentarían o no la diferencia. Antes del
cuarto de hora del complemento, otra vez brilló la Pulga: recibió en la
medialuna tras un taco de Alves y volvió a gritar, esta vez con un tiro
bajo. Con el tiempo cumplido, el que puso la frutilla al postre fue
Bojan, quien marcó en la primera pelota que tocó.