Al final, como siempre, va a tener razón Guardiola. Ibrahimovic no sólo marca goles decisivos, también puede hacer mejores a sus compañeros. Y por extraño que parezca, eso también vale para Messi.
El delantero sueco protagonizó ayer un encuentro impecable en el que
todo lo hizo con sentido. Durante los primeros 20 minutos se desmarcó
con criterio, habilitó con una privilegiada visión de juego al
compañero mejor colocado en las inmediaciones del área y marcó el 0-1
con un oportuno cabezazo tras centro de Messi. Era su cuarto gol en la
Liga y el tercer partido consecutivo en el que abría la lata, el gol
más valioso para los entrenadores. Y no satisfecho, estrelló un balón
en el poste y dio el 0-3 a Piqué con un taconazo que más que una frivolidad es un recurso.
Zlatan hubiera sido el MVP exclusivo de cualquier partido jugado en
el planeta. Pero no en el de ayer porque en El Sardinero andaba otro
genio suelto: Leo Messi. Y cuando el argentino está inspirado, es
decir, casi siempre, el fútbol cobra otra dimensión.
Su sociedad con Ibrahimovic ya es una realidad. El 0-1 de ayer no es
el primer gol que fabrican juntos. Pero ya sea porque el sueco arrastra
contrarios con sus movimientos o porque el argentino quiere dejar
claro, aunque no haga falta, quién es el número 1 del Barça o del
mundo, Messi parece todavía mejor a su lado.
Leo ya es el Pichichi provisional de la Liga con cinco goles gracias
a los dos tantos extraordinarios que marcó ayer, dos zurdazos medidos y
precisos tras acciones individuales sólo posibles para el '10', el
único '10'.
Tanto decantó Messi el partido del lado barcelonista que Guardiola
pudo permitirse reservarle para los próximo encuentros. Y la ovación
que le tributaron los 19.034 espectadores que ayer acudieron al estadio
cuando fue sustituido por Iniesta se convirtió en un homenaje al arte.
Aficionados rivales levantados de sus asientos y aplaudiendo al unísono
a un futbolista que vale por sí solo el precio de cualquier entrada. Y
las de ayer eran bastante caras.
Más maduro para elegir la mejor opción en el momento definitivo, más
preciso en la definición, más inteligente para no arriesgar el físico
ante las entradas del defensa rival y más goleador que nunca. Messi
2016 es más que un futbolista, es espectáculo en estado puro. Miguel Ángel Revilla,
presidente de Cantabria, ya lo avisó: "Es una delicia, lo tiene todo".
Como las famosas anchoas que tanto promociona. Una lata de regalo sí se
merece Leo