fecha de
la Liga de Campeones y entregaron un espectáculo deplorable, donde se
ausentaron los goles y sobraron las imprecisiones, quedando en deuda
con todos los que esperaban algo de ellos.
Hay que decir que los de Guardiola salieron a jugar como si el
partido fuese en Cataluña. Casi todo el encuentro la pelota fue de los
españoles que en la primera parte se las ingeniaron para llevarle
peligro a Julio César. El arquero brasileño se lo sacó a Messi y luego Ibrahimovic, en su regreso a San Siro, tuvo la chance cumplir la regla del ex pero lo erró sorprendentemente.
Eto´o, el otro sobre el que posaban las miradas, estuvo demasiado
estático y nunca pudo inquietar a su ex compañero Valdés. Así el
partido se consumió en un cero (el complemento fue soporífero) gigante
que nadie esperó por la cantidad de ceros que tienen las cotizaciones
de todos los futbolistas participantes.