No podía ser de otra forma. Con el equipo
bloqueado en su zona de creación, sin opciones de generar peligro en los
metros finales y con incipientes muestras de nerviosismo en la grada,
el Barça sólo podía encomendarse a su crack. Y Messi no falló, no se
escondió ni se perdió en mil y una batallas estériles.
Leo sacó
su genio, exhibió sus dotes futbolísticas y encarriló un encuentro que
se había complicado más de la cuenta. Apareció el astro argentino y
sentenció a lo grande, como sólo saben hacer los mejores jugadores del
mundo. Golazo tras golazo, el Camp Nou se sacudió todos los miedos y
acabó puesto en pie tributando una de esas ovaciones inolvidables cuando
Tito Vilanova ordenó un cambio más que merecido para que la afición
azulgrana se rindiera ante su héroe.
El repertorio de Messi
parece que no tiene fin y anoche quedó bien claro frente al Valencia con
una exhibición en toda regla. Hubo tiempo para acciones individuales,
slaloms que parecen imposibles e, incluso, oportunismo goleador hasta
completar tres remates letales frente a César -uno al palo corto, otro
al palo largo y un tercero con la pierna derecha y un toque suave y
sutil-. Una colección de recursos individuales sólo al alcance del
verdadero número uno. No existe otro como él.
La entrada en juego
de Henry, la mejor versión del francés en los últimos meses, aportó
frescura y permitió que Leo se sintiera más liberado en el área rival.
Demasiadas concesiones para que el crack no dejara escapar la
oportunidad de firmar su cuarto hat trick como azulgrana. Real Madrid,
Atlético Madrid, Tenerife y ahora el Valencia ya saben lo que es sufrir
la calidad y definición del pichichi de la Liga.
Y la grandeza de
Leo la completó al finalizar el encuentro. Cuestionado por su actuación
espectacular, sus goles brillantes y su papel en el equipo, a Messi le
faltó tiempo para acordarse de otro compañero que lo bordó frente al
Valencia. "Estoy muy contento con el triunfo, porque el equipo lo
necesitaba. Mis goles están bien pero ha sido clave Víctor, que nos ha
dado la vida en un mano a manso sensacional”. Leo no dio importancia al
hecho de pugnar por el pichichi y la Bota de Oro y se decantó por el
primero de los tres goles. "Todos han estado bien pero el primero ha
sido más importante porque nos ha permitido encarrilar la victoria”. El
argentino también tuvo palabras de elogio hacia Henry, autor de dos
asistencias.
Messi no podía fallar anoche, Valen no se lo hubiera
perdonado. ¿Y quién es Valen? se preguntaba el Camp Nou después de
comprobar como su estrella se alzaba la camiseta azulgrana para lucir
una pequeña inscripción que rezaba: ‘Va por vos Valen’. Leo confirmó que
se trata de la hija recién nacida de Maximiliano Biancucchi. La
historia adquiere mayor sentido si explicamos que no es otro que el
primo futbolista del crack azulgrana que hace sólo unas semanas abandonó
el Flamengo para recalar en el Cruz Azul de México. Estaba obligado a
marcar.
Por cierto, Maxi también correspondió desde México con
un gol dedicado a su hija. Fiesta completa.
Leo se fue a casa con el balón de la goleada frente al Valencia
El astro no dejó pasar la oportunidad de llevarse a casa el balón
del encuentro. Poco antes de abandonar el césped, el argentino se
dirigió a Muñiz Fernández y le pidió el esférico del hat trick. El
árbitro accedió a la petición y Messi se fue contento con un balón
especial, ya que se estrenaba esta jornada y los ingresos que se deriven
de su comercialización irán destinados a fines solidarios