En apenas una semana Barcelona ya se hizo con dos títulos. La Supercopa
de España y la Supercopa de Europa 2009 pasarán a adornar sus vitrinas
y servirán de prolongación de una temporada de ensueño para los
catalanes. A pesar del magro nivel futbolístico exhibido en la victoria
por 1-0 ante Shakhtar Donetsk, volvieron a festejar y continúan
extendiendo su hegemonía en el Viejo Continente.
El partido tuvo un ritmo llamativamente lento. Si bien recién comienzan
las competencias oficiales, es difícil recordar un partido tan
trascendente en el que el juego sea tan previsible y monótono.
Barcelona acaparó la tenencia de la pelota y los ucranianos se
limitaron a cerrarse en defensa a la espera de algún contraataque
milagroso.
Y mientras duraron los 90 minutos del partido, eso no ocurrió. Lionel
Messi fue creciendo con el correr del partido pero sólo llegó a
gravitar seriamente en el final del encuentro. Antes, el Barcelona
mostró una ostentación estéril de sus estrellas. Zlatan Ibrahimovic y
Thierry Henry deambularon por la ofensiva sin atinar siquiera una
maniobra. Tal fue así que el sueco le dejó su lugar a Pedro Rodríguez
antes del final del tiempo reglamentario.
Y fue justamente cuando el segundo tiempo se acercaba al final cuando
se comenzó a ver al Messi de siempre. El rosarino se puso el equipo al
hombro y generó las mejores situaciones de gol. Probó entrar al área
con pelota dominada, con remates desde lejos, con pases entrecortados,
probó todo. Y de impotencia, hasta le tiró un cabezazo a un defensor
rival. Pero sólo Dani Alves por derecha parecía estar en sintonía. Así,
los ucranianos, con un planteo ordenado y algo mezquino, forzaron el
tiempo suplementario.
Y Shakhtar Donetsk estuvo cerca de ganarlo. Dos contras veloces
estuvieron cerca de liquidar al poderoso Barcelona pero fallaron en la
definición y dejaron vivo a un equipo que parece mantener el hambre de
gloria. Siguió yendo el equipo de Guardiola, que ya había decidido el
ingreso de Bojan por Henry.
Y cuando restaban sólo seis minutos para llegar a los penales, Lionel
Messi armó una gran jugada por izquierda y, por un hueco que sólo él
percibió, dejó de cara al gol a Pedro y éste con un muy buen derechazo
definió la historia. Festejo y alivio para un Barcelona que no le
encontró la vuelta al duro equipo ucraniano.
No mostró un buen funcionamiento y por momento hasta pareció regular,
sin embargo, el final de la historia fue el mismo que durante toda la
última temporada. Las estrellas de camiseta blaugrana terminaron
alzando la Copa y reafirmando su condición de mejor equipo del mundo,
aún cuando vencer al humilde Shakhtar Donetsk le resultó más difícil de
lo previsto.