El Barça 2009-10 echa a andar, y parece
que quiere hacerlo con paso firme. Con independencia de lo que suceda
en el terreno de los despachos y cómo acabe el capítulo de altas y
bajas, de lo que nadie puede dudar es que Guardiola volverá a disponer
de la excepcional base que le encumbró al Olimpo con un triplete
histórico. Con o sin refuerzos de lujo, los cracks azulgrana están por
la labor de reeditar los éxitos de hace unos meses. Y como muestra de
ello, ahí está Leo Messi.
El crack ha decidido por su cuenta y
riesgo poner fin de forma precipitada a sus vacaciones. Leo partió ayer
desde Buenos Aires a Barcelona donde tenía previsto aterrizar esta
madrugada. No es algo habitual, pero lo cierto es que el argentino
tiene prisa por empezar a trabajar.
Messi ha tomado la
iniciativa y ha solicitado a Pep Guardiola que le autorice a
incorporarse al stage londinense. Una petición sorprendente si tenemos
en cuenta que el argentino no estaba citado hasta el día 27. Es más,
hace sólo una semana el club confirmaba los listados de pruebas y
revisiones y Leo seguía programado en el segundo turno.
No será
así. El jugador ha disfrutado de algo más de un mes de vacaciones y
parece que echa de menos el día a día del vestuario azulgrana. Habrá
que ajustar la agenda, pero todo hace indicar que no habrá mayores
problemas para que el crack supere todos los controles habituales en
pretemporada y, junto al resto de sus compañeros, se traslade hasta
Londres para desarrollar la primera parte del trabajo previsto en este
final de julio.
Leo valora como pocos los efectos de una
pretemporada bien hecha. No hay más que recordar lo sucedido en la
pasada campaña. Por primera vez en muchos años, Messi disfrutó de un
programa de trabajo casi al completo y los resultados saltan a la
vista. El argentino desplegó su mejor juego, arrolló junto al equipo y
no sufrió una sola lesión de consideración durante toda la temporada.
Vistos esos éxitos es lógico que arda en deseos de repetir la gesta.
Como
es lógico, Pep le recibirá con los brazos abiertos. La figura de Leo
tirando del carro desde el primer día es un ejemplo impagable para los
jugadores del filial que se incorporan provisionalmente en esta primera
semana. Tampoco escapa a nadie, que el esfuerzo de Messi es un mensaje
inequívoco para todos aquellos que cuestionan el rendimiento del equipo
y esperan que la ‘falta de hambre’ se apodere de un bloque que lo ganó
todo hace unos meses.
El ejemplo del gran crack del vestuario
salta a la vista. El compromiso con el actual proyecto deportivo se
mantiene inalterable y no tiene porqué haber fisuras. El argentino ha
cumplido su mes de vacaciones y considera que no tiene motivos para
prolongarlas, pese al permiso especial del que disfrutaba.
Leo
cerró su capítulo con la selección pocos días después de acabar la Liga
y no tuvo más compromisos futbolísticos. Confía plenamente en el
programa diseñado que llevó el equipo hasta la gloria. Tiene hambre de
fútbol y nada mejor que arrancar cuanto antes, aunque sea con los
rigores del stage, para demostrar que nada ha cambiado.
El debut liguero no está claro
Si
el Barça no pacta un retraso en la incorporación a la llamada de
Maradona, Messi se perderá el debut de Liga frente al Sporting. El
duelo entre Argentina y Brasil ( 5 septiembre) es clave para acceder al
Mundial y si Leo debe estar con cinco días de antelación al choque, el
lunes 31 de agosto no podrá jugar