Aún no ha arrancado el campeonato de Liga y los compromisos oficiales
entre selecciones ya deparan importantes quebraderos de cabeza a Pep
Guardiola. El calendario no concede tregua alguna desde la pretemporada
y la acumulación de partidos obligará a que el cuerpo técnico deba
planificar al detalle la disponibilidad de todos sus efectivos. El
primer jarro de agua fría puede llegar justo en la primera jornada del
campeonato. En estos momentos, nadie puede asegurar que dos de las
estrellas del equipo, Leo Messi y Dani Alves, estén en condiciones de
jugar el debut frente al Sporting de Gijón. El calendario y la
caprichosa normativa de la FIFA, que obliga a ceder a los
internacionales con una antelación de cinco días, tienen la culpa.
Vayamos
por partes. Los azulgrana arrancarán la defensa del título liguero el
lunes día 31 de agosto frente a los asturianos. Ahí radica el primer
problema. La demora de este encuentro está plenamente justificada por
la celebración de la tradicional Supercopa que el Barça y el Shakhtar
jugarán en Mónaco el viernes 28 de agosto. Todo encaja a la perfección,
ya que la Federación Española postpone un día el debut azulgrana y Pep
goza de 24 horas más de descanso.
Pero el enorme hándicap llega
motivado por el parón internacional con motivo de los diferentes
compromisos de las selecciones. Buenos Aires ya vibra pensando en el
gran encuentro entre Argentina y Brasil. El duelo por excelencia del
fútbol sudamericano está programado para el sábado 5 de agosto. O lo
que es lo mismo, si Messi y Alves cierran la primera jornada el lunes
por la noche, es imposible que cumplan con los cinco días fijados por
el reglamento internacional. Su presencia a día de hoy está en el aire.
Nada
se puede descartar, entre otras cosas, por las excelentes relaciones
que el Barça mantiene con la dirección técnica de Argentina y Brasil.
En estos momentos, el buen trato dispensado a los jugadores y la
comprensión mostrada por Maradona y Dunga son elementos fundamentales
para que ambos seleccionadores tengan en consideración las exigencias
de la Liga y puedan como mínimo flexibilizar sus respectivas
incorporaciones.
Tanto Messi como Alves son receptivos a la
propuesta de incorporarse a sus combinados un día más tarde que el
resto de sus compañeros. Se trata de una medida excepcional motivada
por un partido oficial como la Supercopa y bajo ningún concepto debería
interpretarse como un trato de favor hacia ambos cracks. En los
próximos días se gestionará sendos permisos especiales, nadie se
imagina un inicio descafeinado sin Leo y Dani.