Desde el arranque del encuentro, el local mostró con un gran esfuerzo
físico su intención de salir a buscar el resultado. El combinado
nacional mantuvo el orden durante todo momento y esa fue su mayor
virtud, acompañada por una defensa que expuso firmeza y no pasó mayores
sobresaltos.
La recuperación estuvo a cargo de Sebastián Battaglia y Fernando Gago,
éste último clave también en el traslado, y los dos cumplieron casi a
la perfección. A esto se le sumó la floja tarea de la última línea
ecuatoriana, que cometió errores infantiles y entregó espacios para la
contra.
La velocidad de Liones Messi y Carlos Tevez fue la variante más buscada
a la hora de pensar en el arco de Marcelo Elizaga. La lluvia que cayó
sobre el estadio Atahualpa hizo un poco más rápido el trámite, que ya
era veloz por los 2.800 metros de altura que hay en Quito.
El conjunto de Vizuete tuvo en gran parte de la tarde el control de la
pelota, pero no pudo hacer demasiado. Sólo intentar con remates de
media y larga distancia de Jefferson Montero, quien reemplazó al
lesionado Carlos Tenorio -salió a los 12 minutos de juego-, y Luis
Valencia.
Lo más importante del primer tiempo se dio a los 26, cuando Elizaga el
cometió un claro penal a Tevez y vio la tarjeta amarilla (era para
roja, por último hombre). El apache le pidió a Messi ejecutar la falta
y el arquero argentino nacionalizado ecuatoriano se quedó con el
disparo.