La despedida del colegiado
Medina Cantalejo resúltó finalmente mucho más plácida de lo que
prometía una final tan 'caliente'. El suspense lo pusieron entre él y
Guardiola, el técnico barcelonista, por no cambiar a Messi cuando el
partido estaba completamente decidido y el colegiado por no intervenir
en un tramo final, cuando el Barça empezó a bailarle un poco al
Athletic, marcado por el riesgo de lesión del argentino. Tan evidente
fue ese largo final, con una tarascada tras otra sobre Leo, que hasta
que la grada azulgrana se puso a gritar, a coro, "¡Guardiola, cambia a
Messi!". Y ni así. Por suerte, todo acabó bien, pero los aficionados
barcelonistas llegaron hasta a enfadarse con Pep por prolongar el
peligro. Messi jugó los noventa minutos porque seguramente el propio
jugador no se quiso perder ni un segundo de un trofeo, el primero, de
su gran año.
El arbitraje, contra la profecía de Medina Cantalejo ("Sé que no me
ayudarán demasiado"), no resultó complicado, las faltas fueron claras y
fácilmente clasificables, con tarjetas amarillas juiciosas y se dejó
por enseñar un par de faltas a Messi, el jugador al que los rivales del
equipo azulgrana no estaban dispuestos a dejar evolucionar.
Aun así, Leo fue siempre su pesadilla y el blanco de algunas
entradas más sancionables. Pensando en Roma, en la mucha falta que hará
allí, la afición temió por su integridad física y por eso azuzó al
entrenador para que lo sustituyera. Medina Cantalejo sancionó con
veinte faltas al Athletic y con siete al Barça.
El juego físico previsto del Athletic acabó por presionar pero no
por intimidar al Barça, que supo jugar a distancia, abrir el campo y
hacer inútil su presión.
La celebración de Touré Yaya
Lo que no vio Medina Cantalejo fue el 'butifarrazo' de Touré Yaya,
tan sorprendente e inesperado como su gran gol, el del empate, cuando
el Barça pasaba unos momentos de apuro. En su rabia y alegría por la
celebración lanzó un corte de mangas incorrecto y que no venía a
cuento. Lógicamente la grada reaccionó enfadada pero los propios
jugadores azulgrana, sobre todo Eto'o, pidieron disculpas y se calmó el
ambiente