Es el máximo goleador y uno de los líderes en asistencias de gol.
Su concurso está siendo clave en la actual campaña europea del FC
Barcelona
Decisivo en la Liga, clave en la
Champions. Leo Messi está estos días como un niño con zapatos nuevos
porque es un jugador de grandes momentos y nada es más intenso que lo
que se avecina. “Es la semana más importante. Llega lo lindo, lo duro y
hay que seguir. ¿Que no podemos ser campeones en el Bernabéu? A mí me
da igual, lo que quiero es ser campeón”, dice. Él ya ha girado página a
la Liga y se centra en la Champions donde es el protagonista
indiscutible.
Si la temporada pasada fue Cristiano Ronaldo
quien se coronó como el rey de Europa, el argentino va camino de coger
el relevo del portugués. De hecho, la trayectoria de Messi en esta
Champions es espectacular. Es el máximo goleador con 8 goles en 9
partidos, un tanto más que Gerrard o Klose. Pero mientras estos dos
jugadores ya no pueden sumar más porque sus equipos han sido apeados,
Messi tiene ante sí, como mínimo, dos partidos más para seguir haciendo
historia. El único que a día de hoy le puede hacer sombra es Emmanuel
Adebayor, que suma 5 goles en 5 partidos, los mismos que Thierry Henry.
Pero
si los números de Messi son demoledores de cara a puerta, también lo
son en cuanto a su aportación al juego ofensivo, ya que tras Xavi, el
rey de las asistencias de Europa con seis, Leo es el segundo blaugrana
que más pases de gol ha servido a sus compañeros, con 4, sólo superado
por especialistas del nivel de Cesc y Lampard.
Así pues, Messi
lidera todos los aspectos ofensivos habidos y por haber en la
Champions, lo que le convierte en una garantía para afrontar esta
eliminatoria ante el Chelsea.
Además, se está sacando la espina
en una competición que le estaba dando la espalda. Desde que milita en
el primer equipo nunca ha podido jugar al completo por culpa de las
lesiones. De hecho, en su primer año, 2004-05, sólo jugó un partido,
mientras que en la segunda se tuvo que conformar con seis, perdiéndose
el tramo último, hasta la final en París. La campaña 2006-07 jugó sólo
cinco partidos y en la pasada disputó nueve.
Esta temporada,
donde está viviendo un año ‘limpio’ de lesiones, se ha revelado como la
mejor del argentino. De hecho, ha sumado ya tantos goles, 8, como en
las cuatro temporadas juntas que había disputado.
Para el
argentino, estas semifinales ante el Chelsea son el último paso para
alcanzar la gloria definitiva. Perderse la final de París en el 2006
fue uno de los palos más duros de su vida. Por eso, el argentino ya
cuenta los días que faltan para jugar ante el Chelsea.
Su
voracidad es insaciable. “Tengo una espina clavada en la Liga de
Campeones. Quiero ganar esta competición y ahora ha llegado el
momento”, asegura el jugador, consciente de que tiene en sus manos una
oportunidad única para seguir hinchando su ya de por sí sólido
‘curriculum vitae’, pese a contar sólo con 21 años.
Si hay algo
que tiene muy claro Leo es que ganar la Champions le serviría en
bandeja su consagración como mejor futbolista del mundo. “Los premios
individuales siempre llegan gracias al trabajo del colectivo. Por eso
si el equipo gana la Champions el galardón de FIFA World Player estaría
mucho más cerca”, constata el jugador.
Respecto a la
eliminatoria ante el Chelsea, el jugador tiene muy claro que “será una
lucha sin tregua entre dos grandes de Europa” donde “ellos tienen la
ventaja de jugar el segundo partido en casa, pero nosotros de contar
con una confianza ciega en nuestras posibilidades”. Añade que “será el
test más importante esta temporada en Europa”. De los ‘blues’ destaca a
Frank Lampard, “un jugador al que tendremos que vigilar muy de cerca”.
Y
además se enfrentará a su amigo Deco, con el que compartió muchos
buenos momentos en el FC Barcelona y también algunos malos: “La verdad
es que se me va a hacer un poco raro enfrentarme a él porque siempre lo
he tenido a mi lado, pero seguro que va a ser algo muy especial para
los dos”, declara el argentino.
“No tengo razones para irme de aquí”
Mucho
se ha hablado, sin fundamento, de la posible marcha de Leo del Barça.
El jugador, en declaraciones a una web inglesa, aseguraba ayer que
“quiero colgar las botas en Barcelona”. Decía, también, que “cuando
entro en el vestuario veo muchas caras contentas, felices, así que no
tengo razones para irme de aquí”. Messi no olvida lo que el Barça hizo
por él y los suyos cuando era un chaval, de ahí que asegure que “soy
leal, fiel. Estoy en deuda con el club. Me dio la primera oportunidad,
no puedo olvidarlo”.