Pocos clubs en el mundo pueden
presumir de tener dos jugadores tan desequilibrantes como Messi e
Iniesta, maestros en el arte del regate, algo que cada día es más
difícil de ver en un campo de fútbol. En Mestalla pueden coincidir otra
vez en el once de Pep Guardiola para desesperación del Valencia, cuyo
técnico, Unai Emery, sabe que si se excede colocando hombres en una
banda para tapar al delantero argentino puede crear unos huecos
idílicos para la llegada desde atrás del centrocampista de
Fuentealbilla.
El pasado miércoles, Iniesta asumió la responsabilidad ofensiva en
ausencia de Messi, con problemas estomacales. Partiendo de falso
extremo diestro, se movió con libertad entre líneas y marcó un gol
antológico antes de participar en los tres tantos restantes con
asistencias a Eto'o, Xavi y Henry.
No fue una exhibición casual. Su temporada ha sido genial desde el
primer día. Iniesta conecta con la idea futbolística de Guardiola y se
le ve con más confianza que nunca, algo que se traduce en esos goles
que se le resistían. Dos lesiones musculares le interrumpieron, pero en
los últimos partidos ha encadenado actuaciones al nivel de un Balón de
Oro o un FIFA World Player.
En ese nivel se mueve Leo Messi hace mucho tiempo. Descansado por no
haber jugado el miércoles, hay que esperar lo mejor de un jugador que
ya resolvió la última salida a Getafe (0-1) y que se crece en los
grandes partidos, como el de esta noche ante el Valencia. Sus 33 goles
entre todas las competiciones (20 en la Liga, 8 en la Champions League
y 5 en la Copa del Rey) reflejan que está mentalizado para liderar al
Barça en el tramo final de la temporada.
La calidad individual de Messi e Iniesta no era un secreto. Lo que
ha cambiado es que Guardiola sabe exprimir ese talento poniéndolo al
servicio del colectivo. Son mejores haciendo más cosas que antes para
el equipo.
Los beneficiados, además de los aficionados del Barça y del fútbol
en general, son sus compañeros. Messi e Iniesta atraen tanta atención
sobre ellos que el resto, principalmente Xavi y Henry, pueden jugar más
cómodos y crear más desequilibrio. El egarense volvió a pisar el área
con peligro ante el Sevilla y logró un gol, el sexto en la Liga,
mientras que el francés ya lleva 16 (23 con los de Champions y Copa).
El último eslabón de esta cadena es Eto'o, que sabe que cada partido va
a disponer de tres o cuatro ocasiones de gol.
Con la reaparición de Messi en la banda derecha, se espera que
Iniesta recupere su plaza en la media. El martes el Chelsea visita el
Camp Nou en la ida de las semifinales de la Champions League, pero el
partido de Valencia es demasiado importante como para que descansen dos
de los mejores del mundo: Messi e Iniesta