
"Era importante ganar aquí y el partido fue muy duro. Queda muy
poquito para que termine la Liga y no podemos bajar los brazos ahora
que está más cerca el título", dijo Messi, que representó la actitud de
su equipo, con la presión que mantuvo durante los noventa minutos.
"Todo el equipo sabe lo que tiene que hacer. Presionar para coger el
balón. Por eso salimos desde el principio con esa presión", explicó el
atacante argentino, que indicó que el equipo celebró "como siempre la
victoria en el vestuario, con gran alegría tras ganar en un campo
difícil".
"Lo importante es que se ganó y que logramos los tres puntos que es
a lo que vinimos", añadió Messi, que rechazó enjuiciar la labor del
árbitro, que no indicó un posible penalti que sufrió.
"Estamos muy bien. Con la cabeza metida en esto. Sabemos que aún
quedan partidos y que hay que seguir hasta el final. Jugando al máximo
nivel", concluyó el argentino.