La última exhibición de Messi
en la Champions, como parte del magnífico engranaje culé, ha dejado
meridianamente claro quién es el actual rey del fútbol. Leo ha
destronado a Cristiano Ronaldo, actual Balón de Oro y Fifa World
Player. Los números hablan por sí solos, pero aún son más reveladoras
las sensaciones y el buen hacer, dentro y fuera del campo, del astro
argentino. Messi es un futbolista de otra galaxia que ha dejado muy
atrás a todos sus perseguidores.
Un número uno de la casa
En Italia, y más concretamente la 'Gazzetta dello Sport', se ha
lanzado a encumbrar a Messi en el Olimpo del fútbol dejando claro que
ya ha superado a Cristiano Ronaldo. De él dicen que "hoy en día es el
número uno" y que es "una flecha" que ha rebasado al luso del
Manchester. También comentan que Leo brillaba con luz propia en los
diarios deportivos y de información general, donde compartía primera
plana con los nuevos ministros del gobierno Zapatero, y que el Barça
puso el equipo en sus manos, tras mimarlo desde las categorías
inferiores, después de dejar atrás una etapa liderada en el campo por
Ronaldinho y Deco. Una trayectoria de fidelidad que dista mucho de la
de Ronaldo, que se formó en el Sporting de Lisboa y triunfó en
Manchester, no sin crear enormes quebraderos de cabeza a su club con su
incesante idilio con el Madrid.
Marca la diferencia en la Champions
La comparativa en cifras entre Messi y Cristiano tiñe de azulgrana
tal comparación. Messi lleva 32 goles en todas las competiciones, ocho
de ellos en la exigente Champions, en la que es el máximo artillero.
Ronaldo ha anotado 15 en la Premier, pero sólo 1 en la Liga de
Campeones. Un pobre bagaje para el que se supone que es el número uno
del mundo. Además, lejos de las prestaciones ofrecidas por el Barça,
que acaricia las semifinales tras barrer al Bayern (4-0), el Manchester
está contra las cuerdas tras no pasar de la igualada en Old Trafford
ante el Porto (2-2).
"Roma te espera"
"La grandeza de Messi va más allá de los 90 minutos", dice la
'Gazzetta'. Messi es humilde, habla con todo el mundo y es prudente.
"No tiene la arrogancia de Cristiano", añade. El articulo acaba con un
deseo: "Roma te espera en la final de la Champions para disfrutar de ti
como hacen en Barcelona".