Son dos históricos del fútbol europeo, un par de clubes sin límites
y una pareja de entidades obligadas al éxito. De colores semejantes,
con las mismas iniciales (FCB) y similares intenciones en Europa, Barça
y Bayern se juegan el futuro en la Champions League. Pep Guardiola no
quiere favoritismos; Jürgen Klinsmann y los mediáticos ejecutivos
bávaros se los entregan en bandeja, y los resultados y el estilo de
juego parece que le den un golpe de ventaja a los culés. El Barça es
tan plástico como dinámico, tan cansino como ejecutor; el Bayern está
encogido, parece asustado; su juego, bastante acartonado y, además,
teme que los azulgrana impongan ese alto ritmo de pelota que atonta a
más de uno, que te hace más espectador que protagonista cuando estás en
el césped y que hace que sólo despiertes cuando has recibido tres
collejas en el cogote y tratas de no caer en el ridículo más absoluto.
Pero el Bayern tiene sus armas y confía en ellas. Curiosamente, sus
dos estrellas son foráneas: una italiana y otra francesa. Luca Toni
será la referencia arriba. Contratado de la Fiorentina, el veterano
delantero se aislará en ataque, esperando un centro, un globo o un
melón, lo que le caiga. El encargado de ponérselo debe ser Franck
Ribéry, estrella mundial y con claros síntomas de abandonar la fría
Alemania para mudarse a España ¿Barcelona? ¿Madrid? Veremos.
La banda.
Para frenar al galo, Dani Alves deberá estar fino y apurar. Hasta el
momento se ha encontrado cómodo, sin rivales que le exigieran
demasiado, cosa que le ha abierto las puertas del ataque. Su conexión
con Leo Messi es excelente y muchos la consideran como la mejor banda
derecha del mundo. Pero el argentino deberá medirse a un viejo deseo de
Guardiola, Philipp Lahm, que se ha preparado a conciencia para superar
al Pulga y acabar de convencer al que tenga dudas sobre una futura
contratación culé.
Pero además de vigilar a Messi, el lateral tendrá que bascular y
tapar al joven Breno, un brasileño con aires de Christian Karembeu (por
eso del pelo rasta), y al que le llegan las oportunidades y los minutos
en el momento más comprometido del curso, justo cuando se lo juegan
todo y en el que los errores quedan para siempre. El Barça quiere
sentenciar; el Bayern, vida para el Allianz Arena. Hoy, en el Camp Nou,
partidazo