Hacer un paralelismo entre Leo Messi y Franck Ribéry es francamente
difícil, porque sus trayectorias futbolísticas tienen muy poco en
común. Si acaso que, a estas alturas de sus carreras, los dos se han
convertido en los grandes referentes de sus respectivos equipos, FC
Barcelona y Bayern Munich.
La gran paradoja de este ‘duelo’
particular es que el francés, aunque no se lo crean, debuta esta
temporada en la máxima competición europea, la Champions League. Su
errática carrera deportiva le ha llevado a jugar en equipos como el
Alés, Brest, Metz y Galatasaray. No fue hasta su llegada al Bayern
Munich cuando tuvo la cuota mediática apropiada y acorde con su
categoría futbolística. Sin embargo, aterrizó en una mala temporada en
Alemania, la 2007-2008, la única en los últimos tiempos en que el club
bávaro no logró clasificarse para la Champions y cumplió la condena de
tener que disputar la Copa de la UEFA: “He esperado mucho para poder
jugar la Champions, por eso estoy muy contento y me gustaría ganarla lo
antes posible”, manifestó Ribéry al canal de medios de la UEFA. En esa
misma entrevista, el francés se deshace en elogios hacia el FC
Barcelona: “Todo el mundo conoce al Barça. Es un equipo que desde el
principio de temporada lo está dominando todo. Es uno de los mejores
conjuntos del mundo en la actualidad, porque son muy buenos
técnicamente. Marcan muchos goles, con facilidad y eso les hace
peligrosos”.
El duelo Ribéry-Messi será la reedición del que ya
se vivió el 11 de febrero en el Velodrome de Marsella. El amistoso
Francia-Argentina, se segundo de la era Maradona, se saldó con un claro
triunfo argentino donde Leo tuvo mucho que ver. Hizo casi todo lo bueno
que se le vio al combinado albiceleste y cerró su actuación con un gol
marca de la casa, yéndose en velocidad y dejando atrás a cuantos le
salieron al paso.
Aquella noche, muchos de los 60.000
espectadores que había en el estadio, aplaudieron a Messi y silbaron al
seleccionador francés, Domenech. No fue un buen día ni para Henry,
Abidal, Anelka... y tampoco Ribéry, que no estuvo excesivamente
brillante.
A pesar de todo, Leo tiene una magnífica opinión del
galo. En una reciente entrevista, tras conocerse el emparejamiento
Barça-Bayern, afirmó de su colega que “es la referencia del Bayern y su
jugador más desequilibrante”. Del conjunto alemán subrayó que le
preocupa la facilidad con la que hace goles.
El miércoles se
vivirá el primer round de una eliminatoria donde todos los ojos estarán
puestos en ambos. Leo, a sus 21 años, ya tiene una Champions. Franck,
que mañana martes cumple 26 años, acaba de debutar.