Arrigo Sacchi se confiesa
"admirador y amigo de Pep Guardiola, pero sobre todo del buen fútbol
Para mí, piensen lo que piensen los demás, el fútbol es un deporte de
equipo y el Barça, en este sentido, tiene un guión de gran nivel. Y es
en ese entorno favorable donde los grandes jugadores pueden dar lo
mejor de sí mismo".
Por eso es básico que "Messi comprenda lo importante que es el
grupo. Si lo hace, para mí puede ser mejor que Maradona. Me preocupa en
este tipo de jugadores que pierdan la ilusión, la humildad y la
profesionalidad. Dios le da tanto talento a estos jugadores que no
sienten la necesidad de contar con el grupo. Pero sólo crecerá con la
sinergia del grupo", dijo ayer el seleccionador del combinado
internacional que participó en el 50º Aniversario de la Agrupació Barça
Veterans en el Mini Estadi. "Miren a Maradona, él pudo tener una
carrera más larga y hoy que es entrenador deja fuera a Riquelme",
añadió sonriendo.
Para el veterano entrenador, que convirtió el Milan en una máquina
de de ganar Copas de Europa, "el Barça de hoy juega, probablemente, el
mejor fútbol del mundo. Sólo albergo una duda, si a nivel internacional
será capaz de oponer la fuerza física como por ejemplo tienen el
Liverpool o el Manchester. El Barça les supera en ritmo, velocidad y
rapidez de circulación, pero deberá jugar todavía mejor contra equipos
así".
El equipo de Pep puede "dejar huella en la historia del fútbol. Lo
digo con pena porque mi corazón es madridista pero con placer como
amante del fútbol". El Barça de su discípulo Frank Rijkaard "también
practicó un fútbol muy atractivo. Después, los jugadores perdieron
ilusión, se aburguesaron, surgieron celos, quisieron vivir una buena
vida... En definitiva, lo principal son las personas, es el factor que
te permite no perder equilibrio ni cuando ganas ni cuando pierdes".
"Juande no hace milagros"
Precisamente, "ese fue el éxito mío y de Capello en el Milan. La
fórmula es que el club te dé tranquilidad y contar con veintidos
hombres, repito: hombres antes que jugadores. Le contaré que en el
Milan, yo me senté en el banquillo pocedente de un equipo de Segunda.
Me llamaban el Sr. Nadie. Perdimos el primer partido en casa por 0-2 y
Van Basten hizo unas declaraciones como dudando de mi capacidad. Al
siguiente partido lo senté en el banquillo. Cuando di la alineación le
dije al equipo que Marco iba a ayudarme a mí a dirigir el equipo puesto
que parecía que él sabía más que yo. Sólo empatamos, pero empezamos a
sentar las bases y la directiva me apoyó. Hoy Van Basten me recuerda
con pena los muchos problemas que me dio y se da cuenta de los muchos
problemas que sufre un entrenador".
Desde su punto de vista, el Madrid "no tiene una buena
planificación, Juande es un buen técnico, pero no es un mago ni un
taumaturgo, no hace milagros. Un técnico necesita sentirse arropado y
que el club le dé autoridad. En el Bernabéu esto no ha ocurrido, se ha
cambiado de presidente, de entrenador, ha faltado guión. Pero cuidado
con el Madrid a partir de ahora. Si vuelve Florentino irá a por todas y
esta vez hará sólo de presidente. El año que viene será competitivo".
Se despide con la nostalgia del mal momento que vive el fútbol en
Italia, un país "donde el fútbol ha sido más una reivindicación social
que un deporte como en casi toda Europa o un espectáculo como en España"