Leo se está haciendo mayor.
Para quien lo conoce desde que tenía 16 años y tímido se asomaba a los
entrenamientos del Barça, el cambio físico es evidente. También el
personal. El rostro de Leo es más anguloso, más maduro, naturalmente
ayuda el cambio de 'look', el paso por un estilista amigo suyo
argentino que le ha dado un aspecto más moderno.
Creció futbolísticamente pero seguía mirando al suelo cuando salía
de un terreno de juego, ahora Leo alza la mirada y fija sus inquietos
ojos marrones en el interlocutor enfrentando las preguntas que le
incomodan, respetuoso pero duro cuando cree que no le tratan con
justicia. "Estoy creciendo como persona y como futbolista", dice
sonrojándose ligeramente. "Antonella claro que me ayuda. La conozco
desde que tenía 5 años, es la prima de mi mejor amigo, rosarina como
yo. La he visto crecer y ella me ha visto crecer a mí. Nuestras
familias se conocen así que no tenía dudas".
Las 'dudas' son todas esas personas que se acercan a un futbolista
de éxito cuando empieza a ser popular y Leo lo es, y mucho. Las dudas
entran cuando no cuesta nada que las mujeres más estupendas del planeta
caigan rendidas a tus brazos sin articular media palabra. Eso no es
vida. Ahí no hay nada importante. Lo que cuenta, por lo menos para Leo,
son las personas que no han cambiado, los escenarios, las pequeñas y
grandes cosas que le hacen sentir realmente bien.
Ideas claras
"Mi familia es inmensamente feliz en Barcelona, todo es muy
discreto", explica con pasmosa naturalidad. "Hace un año que mi novia
está conmigo y hasta ahora nadie se había enterado. Bueno, nos habían
visto pero todo el mundo lo veía normal. Yo no sabía que en el carnaval
de Sitges habría prensa del corazón, si no llegamos a ir el mundo
todavía no sabría nada. Pero no importa. Nosotros seguimos llevando una
vida muy discreta en Castelldefels. Este pueblo tiene algo especial.
Puedes bajar a la playa a pasear, cruzarte con gente haciendo deporte,
puedes comer de maravilla. La verdad es que es ideal para vivir".
El 'Kun' y la familia del fútbol
Sonríe cuando hablas de la recién estrenada paternidad del Kun
Agüero - "yo creo que aún se está haciendo a la idea de que es papá"- y
que él, de momento, irá más despacio. Aunque nunca se sabe. De momento
disfruta de un momento de su vida realmente especial, "de un equilibrio
total entre mi familia y el fútbol".
Su 'familia' dentro del vestuario son tipos serios, de perfiles
parecidos. Desde el primer día, lo medio adoptó Sylvinho, que sigue
siendo su punto de referencia en su vida. Silvio habla mucho con él,
muchísimo, desde el principio.
Gabi Milito es como un hermano mayor, lo adora, igual que a Pinto,
con el que se lo pasa genial. Se ríe con Dani Alves, extrovertido como
nadie.
Es su grupo en el vestuario, personajes que definen también al propio Leo.