El duelo de estrellas promete emociones fuertes durante toda la
temporada, aunque el azulgrana parte con ventaja desde el inicio de
temporada.
La Liga 2009-10 luce con más estrellas que nunca. Barça y Madrid
abanderan una constelación de astros como no se recuerda en el fútbol
español.
Ya sea con un exhaustivo trabajo de cantera y unos
complementos de lujo, como en el caso azulgrana, o bien tirando de una
chequera más que generosa, ahí está el sistema Florentino Pérez, lo
cierto es que los dos grandes transatlánticos de la Liga han puesto la
directa desde el inicio y el duelo promete ser a vida o muerte. Leo
Messi y Cristiano Ronaldo lideran dos bloques gestados para hacer
historia y marcar una época en el fútbol. El Barça parte con ventaja y
luce un triplete a sus espaldas que es la admiración mundial. En el
madridismo las urgencias están a la orden del día y su desenlace final
aún es una incógnita.
Argentino y portugués centran buena parte
de las miradas. De su actitud y rendimiento depende en buena medida el
éxito o fracaso de dos proyectos millonarios. Y ahí, el Barça vuelve a
ser la referencia para el madridismo. Messi y Ronaldo han iniciado la
temporada cumpliendo las expectativas, aunque Leo ya marca diferencias
desde el primer día. Su aportación en este primer mes de competición en
sensiblemente superior a la del crack portugués.
Vayamos por
partes. La primera consideración, obligada antes de evaluar cualquier
prestación, es tener en cuenta que mientras Messi sólo ha jugado 191
minutos, Ronaldo ha participado en 295. Dicho esto, la efectividad y
pegada mostrada por uno y otro reflejan el excelente momento por el que
atraviesa el azulgrana. Ambos cracks comparten pichichi -junto a Villa-
con cinco dianas cada uno pero el peso de sus goles y sus promedios no
contribuyen de la misma manera a los triunfos y goleadas de sus equipos
en estas cuatro primeras jornadas.
Para empezar, Cristiano se
suma al carro del pichichi con un penalty en su mochila y luciendo un
promedio que marca la necesidad de disponer de 59 minutos para ver
puerta. Un gol por hora. Vaya por delante que se trata de espléndidos
números, dignos de un gran jugador, pero que no se pueden comparar a
los registros de Leo. El repóker del argentino es brutal ya que es el
producto de marcar un gol cada 38 minutos. Su promedio es alucinante,
al igual que su pegada. Cinco dianas en ocho lanzamientos no están al
alcance de cualquiera. Ni tan siquiera del luso, al que le gusta probar
el disparo desde cualquier posición. Por cierto, ya lleva 21 remates en
sus apariciones.
Es indudable que ambos han rayado a gran nivel
individual. Nadie puede discutir que Leo es el número uno y que
Cristiano ya es la gran referencia para el madridismo. Sin embargo, la
otra gran virtud que diferencia a los dos delanteros es su generosidad
y adaptación al engranaje de sus respectivos equipos. Ahí Ronaldo
todavía tiene mucho trabajo por delante para intentar equipararse al
culé. En cuatro jornadas y con menos minutos sobre el césped, Messi ha
adornado sus números con dos asistencias a sus compañeros. El portugués
anda más remiso a la hora de ceder el balón y aún no ha estrenado este
apartado.
El Barça, aunque sólo sea por diferencia de goles, es
el actual líder. Manda la tabla y presume de tener al mejor jugador del
momento rodeado de múltiples cracks. Una combinación espectacular que
ha ofrecido un rendimiento brutal. Cristiano deberá esperar y seguir
trabajando.
Ambos cracks han coincido en un detalle importante.
No quieren polemizar ni rivalizar entre ellos, nada de peleas que
aticen posibles fuegos. “No peleo con nadie, ni he dicho que quiera ser
pichichi esta temporada. Sólo trabajo para el Real Madrid”, asegura
Cristiano. Leo no le va a la zaga en su discruso. “El debate no me
incomoda, es algo de los periodistas. Sólo pienso en mi equipo y en mis
compañeros”.