Con la tranquilidad de haber cumplido
sobradamente con el Barça en el compromiso del pasado sábado, Leo Messi
viajó ayer a Munich, donde participará el próximo miércoles en el
amistoso que enfrentará a Alemania y Argentina en el Allianz Arena, que
precisamente ayer vio cómo el Bayern de Louis Van Gaal se situaba líder
de la Bundesliga por primera vez en 21 meses.
El crack
blaugrana marcó el tanto de la victoria frente al Málaga en la recta
final y estrenó una nueva posición, por detrás de Zlatan Ibrahimovic en
el nuevo 4-2-3-1 que dispuso Pep Guardiola durante varias fases del
encuentro (4-2-4 según sus propias palabras), un lugar en la que se
afirmó sentirse como pez en el agua. "Jugué muy cómodo en esta nueva
posición. Me gustó mucho, porque tengo más espacios y me sentí muy
bien”, explicó el crack argentino.
Siempre dispuesto a innovar,
Pep considera que Messi puede ser más determinante jugando como segundo
delantero y que, de esta forma, gozará de más oportunidades para
aprovecharse de los controles y envíos de Ibrahimovic. Además, la
presencia del rosarino más centrado obligará a las defensas rivales a
prescindir de recursos en las bandas, lo que hará todavía más
peligrosas las incursiones de Dani Alves, Pedro, Henry o Iniesta cuando
éste no actué en la medular.
El argentino no dudó en elogiar a
su compañero Dani Alves, que regresó el sábado al equipo tras algo más
de un mes de ausencia y volvió a demostrar su enorme importancia. "Lo
echaba mucho de menos. Es un gran jugador y además es muy importante
para mí. Me entiendo muy bien con él”, explicó Leo. Además, llamó la
atención sobre la importancia de no relajarse para mantener a raya al
Real Madrid. "No podemos dejar escapar ningún punto y menos en casa.
Era muy importante derrotar al Málaga, porque el Real Madrid había
ganado antes y los tenemos muy cerca. Así sigue toda la presión”,
enfatizó.
Por tanto, con los deberes hechos Messi inició ayer su
enésimo asalto a la albiceleste, el único lugar del planeta en el que
algunos iluminados se atreven a discutir al mejor jugador del planeta.
El rosarino arde en deseos de acallar el más mínimo atisbo de duda y
volverá a poner todo de su parte para elevar el nivel de un combinado
en el que Diego Armando Maradona no termina de tener las cosas muy
claras.
Como suele ser habitual, Leo apenas tuvo tiempo para
descansar, ya que abandonó el Camp Nou aproximadamente a la una de la
madrugada y en la mañana de ayer voló hacia la capital bávara. En
concreto, el vuelo DLH4481 tenía prevista su salida desde el aeropuerto
de El Prat de Llobregat a las 18.10 horas, pero sufrió un retraso de 20
minutos. El avión aterrizó en el aeropuerto de ‘Munich-Flughafen’
escasos minutos después de las 20.30 horas y Leo Messi no se separó ni
un momento de Juanjo Brau, recuperador del primer equipo y su hombre de
confianza.
En las instalaciones del aeropuerto muniqués, el jugador
del Barça se encontró con varios responsables de material de la
selección argentina y se abrazó con ellos al igual que Brau, un
personaje muy conocido en la albiceleste (prácticamente es uno más). La
presencia del ‘Balón de Oro’ corrió como un reguero de pólvora y en
cuestión de segundos, el crack blaugrana se vio rodeado de curiosos que
suspiraban por fotografiarse junto a su ídolo o lograr su autógrafo.
Sin
embargo, los emisarios de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) no
tardaron en llegar y Leo Messi se desplazó a bordo de un Mercedes hacia
el hotel de concentración de la albiceleste, donde se reencontró con
Maradona, que también arribó a Munich en la jornada de ayer. ‘El
Pelusa’ quiere que sus jugadores afronten descansados el Mundial, por
lo que intenta suspender un amistoso ante Canadá previsto para el 24 de
mayo. Quizá por eso los internacionales argentinos podrán reposar por
la mañana, mientras que a las 18.00 horas realizarán su primer
entrenamiento en las instalaciones de la Ciudad Deportiva del Munich
1860 (equipo de la segunda categoría alemana). En fin, que Messi vuelve
a su gran reto: la selección argentina.
Volverá a Alemania antes del Mundial
El
de ayer ha sido el último desplazamiento de Leo Messi a Alemania... El
talento del FC Barcelona, que ya estuvo el pasado martes en Stuttgart
para jugar el partido de ida de los octavos de final de la Champions,
se encuentra ahora en Múnich para disputar un amistoso en Alemania. Y
volverá a finales de mayo, concretamente a Frankfurt, donde la
albiceleste jugará el último amistoso (ante una selección europea)
antes de volar a Pretoria.