Arsenal y Real Madrid son los próximos rivales del Barça y Messi,
como siempre, espera seguir siendo decisivo
Sin Zlatan Ibrahimovic, ausente mañana en el Camp Nou ante el Arsenal
por lesión y duda el sábado contra el Real Madrid en el Santiago
Bernabéu, el FC Barcelona se pone, una vez más, en manos de Leo Messi
para salir victorioso del doble duelo que le espera esta semana para dar
un paso decisivo en la Champions y en la Liga. El delantero argentino
llega al momento cumbre de la temporada en gran forma, con reserva de
pólvora y con una motivación especial para seguir manteniéndose en lo
más alto del firmamento futbolístico, tanto a nivel colectivo como
individual.
Máximo artillero en la Liga con 26 goles y candidato a
la ‘Bota de Oro’, Messi aspira también a ser el pichichi en la
competición europea. Lo quiere todo. Y lo puede lograr de seguir en su
actual nivel físico y permanecer en los registros que le han llevado a
firmar 35 goles en 42 partidos, a una media de 0,83 tantos por
encuentro.
El ‘10’ del FC Barcelona es, con diferencia, el
jugador más desequilibrante del equipo catalán. Por talento, capacidad
goleadora, combatividad y ejemplo, Messi está llamado a realizar otra
temporada histórica que le catapulte, de nuevo, a todos los premios
habidos y por haber. Su afán por seguir sorprendiendo y por seguir
demostrando que se lo pasa bien dentro de un campo de fútbol es uno de
sus principales argumentos para no bajar nunca la guardia.
Y si
la pasada temporada su concurso fue fundamental para que el equipo
firmara un triplete histórico (Copa, Liga y Champions), en la actual
también lo es. Leo fue decisivo para amarrar la Supercopa de España ante
el Athletic en el Camp Nou marcando los dos primeros goles en el
partido de vuelta.
Igualmente, fue decisivo para que el Barça
sumara su segunda corona del presente curso, la Supercopa de Europa,
pues fue suya la asistencia para que Pedro marcara la diferencia ante el
Shakhtar Donetsk en la prórroga.
En el Mundial de Clubs volvió a
brillar con luz propia. En las semifinales, ante el Atlante, marcó el
momentáneo 1-2 y en la final, contra Estudiantes, anotó el tanto que
valió el título (primero en la historia del Barça) en la prórroga,
rematando con el pecho un centro de Alves.
En la Liga está siendo
determinante con sus goles, 26 en 27 partidos y en la Champions League
también mostró su elevado peso específico dentro del equipo al anotar el
tanto del triunfo en el último partido de la liguilla (ante el Dinamo
de Kiev, de falta directa). También en los octavos de final, contra el
Stuttgart, con un doblete, fue clave para que el Barça avanzara a la
siguiente ronda. Y mañana, en la vuelta de los cuartos de final, con
otro empate en el partido de ida, debe marcar la diferencia ante el
Arsenal en el Camp Nou.
Y precisamente en el coliseo barcelonista
es donde el crack argentino está demostrando ser verdaderamente letal:
18 goles en 18 partidos. Marcó dos en la Supercopa de España, 12 en
Liga, 3 en Champions y 1 en Copa.
PRESENTE
Con los
datos que acumula el argentino se aprecia que Messi siempre aparece en
los momentos más importantes, en aquellos duelos en los que el equipo se
juega mucho, caso de los de esta semana.
Otro hecho que
distingue al crack del resto de emperadores futbolísticos es su
sencillez y humildad. Y es que, además de marcar goles, a la Pulga no le
caen los anillos cuando debe ponerse el mono de trabajo, un hecho
habitual en casi todos los partidos porque el Barça, desde hace un
tiempo, no tiene ninguna cita para poder relajarse. Messi, junto a sus
compañeros de línea, es el primero en presionar la salida del adversario
y no elude esta tarea que, sobre el papel, está reservada a otro perfil
de futbolista. Pero en el caso del ‘10’ barcelonista no es así...
Messi,
que suma ya 115 goles como barcelonista, quiere seguir haciendo
historia. Para ello, espera los dos proximos compromisos, los que a él
le gustan, para seguir en la senda. A sus 22 años, el futuro es suyo.