"Siempre nos quedará París”. Fue la frase con la que cerraron ayer
el día los hermanos Messi. Leo compartió la gala de la entrega del
Balón de Oro en París con sus hermanos, Rodrigo, Matías y Mariasol,
encantados con el reconocimiento a su hermano pequeño. La ausencia de
los padres del 'crack' argentino, Jorge y Celia, fue suplida por una
velada familiar entre hermanos.
Una noche frenética esperaba a Leo Messi tras el partido disputado
con el Barça en Riazor en el que a pesar de los nervios por lo que
venía después, el argentino tuvo tiempo para anotar dos goles para su
equipo. Un avión privado y por la noche pisando París.